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Los que admiran la riqueza de la cultura tunecina, tienen que emprender alguna vez en su vida, un viaje a través de la carretera que rodea el litoral. Observar la brisa del mar, relajarse en la playa y comer un poco de marisco son algunas de las actividades que se pueden hacer en un par de días.

Por el camino, hay un montón de lugares para descubrir. Entre ellos están las fuentes termales de Korbus. Antes de llegar a Korbus, hay unas vistas impresionantes de la bahía de Túnez, donde aparecen las colinas de Sidi Bou Said y Gammarth, así como las playas del norte de la capital.

El pequeño pueblo de Korbus, esta entre las montañas y el mar. Justo allí hay termas que son ricas en minerales, por lo cual muchos tunecinos las visitan en busca de calmar los dolores típicos del reumatismo.

Por el norte, desde Korbus, la carretera corta hacia el interior, y pasa por suaves colinas y tierras de cultivo. En el extremo norte de Cap Bon, Haouaria aparece como el lugar indicado para detenerse a almorzar. Los restaurantes especializados en pescados son asequibles y desde allí, hay vistas muy agradables y selectas.

La Daurade es uno de los restaurantes más recomendados en el borde del agua. Continuando por Kelibia, se puede parar en el sitio arqueológico de Kerkouane. A diferencia de otras ciudades como Cártago, las ruinas de Kerkouane siguen intactas desde su destrucción en el año 255 A.C. Los cimientos de las casas excavadas y los baños públicos se pueden ver en el diseño urbano de las calles, plazas y templos. El museo contiene objetos descubiertos en el sitio, que proporcionan evidencia de la vida cotidiana de sus habitantes.

La ciudad de Kelibia, tiene la fortaleza más grande de Túnez, situada en la cima de una colina que se asemeja a un escudo. Está abierto a los visitantes y la tarifa es de 5 dinares.

Haouaria, es un buen lugar para almorzar y tiene una increíble vista al mar. Mansoura, queda a dos kilómetros de Kelibia, y tiene la reputación de ser una de las mejores playas de Cap Bon, con arena blanca y agua limpia. En estas playas hay muy poco oleaje.

Todas las instalaciones necesarias están disponibles en Kelibia, que ofrece un buen lugar para pasar la noche. Hay bungalows y hoteles disponibles, que en época de verano, se deben reservar con al menos dos días de anticipación.

A una hora por la carretera está Nabeul, una ciudad ocupada y muy diversa, que también es la capital administrativa de Cap Bon. Nabeul es un buen lugar para detenerse por un té de menta en la Medina. También este lugar es conocido como un centro para la cerámica, aunque los precios en la avenida principal de los turistas, son más altos que en muchos lugares de Túnez.

Por abajo del camino, está el complejo turístico de Hammamet, que ofrece alojamiento y resorts, además de restaurantes y clubes nocturnos diseminados a lo largo de la costa. A este sitio los tunecinos llegan todas las semanas para celebrar sus fiestas. El parque temático Carthage Land, está abierto hasta las dos de la madrugada.

Vía/ Tunisia-live

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