Cártago fue una potencia económica en el Mediterráneo entre los siglos II y V antes de Cristo, sin embargo como todo gran imperio del que se tenga conocimiento, tuvo su fin y en su lugar se instaló el afamado y sangriento Imperio Romano, que devastó al imperio Cartaginés para apoderarse del lugar donde se asentaba en su totalidad.

Del pasado histórico de Cártago, quedan invaluables ruinas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Las calles de la ciudad son calurosas y asfixiantes, incluso hay veces que se camina grandes distancias sin contar con la añorada sombra de un árbol ni una sombrilla.

El Museo Nacional de Cártago es un lugar indispensable de visitar, que permite conocer desde cerca infinidad de ruinas, en caso de querer sacar fotos, tendrán que pagar aparte.

Otros lugares que si o si deben visitar en Cártago es el Templo de Tophet, de origen fenicio, los Puertos Púnicos, el Quartier Magon, que todavía alberga ruinas de casas romanas, las Termas de Antonino, que todavía se conservan casi intactas y tal cual como en su mejor época, el Teatro Adriano, que celebra conciertos para los visitantes y ciudadanos, las Villas romanas que muestran vistas impactantes de la ciudad, algunos vestigios del estilo de construcción de aquellos siglos detalles arquitectónicos y decorativos increíbles.

Tampoco deben perderse de ir al Anfiteatro des Martrys y el Circo Romano. Todos los recorridos por la ciudad son mágicos, debido a la riqueza de su pasado, la energía que manan de esas ruinas, muros y calles asoleadas, apenas amasadas por el viento, que corre muy de vez en cuando.

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