En la época de mayor pujanza económica de la ciudad de Thysdrus, gracias a la explotación del aceite, se construyeron suntuosas y monumentales obras públicas y privadas, entre ellas, el anfiteatro romano de El Jem, que llegaba a albergar 30.000 espectadores en sus galerías.

jem1.jpg

El anfiteatro de El Jem es uno de los monumentos más famosos y conocidos de Túnez, destacando por su impactante arquitectura que sobresale entre las casas de la ciudad. La construcción tiene una forma elíptica y su infraestructura original contemplaba tres pisos con 60 arcadas corintias.

En la parte baja del anfiteatro, se puede ver dos galerías con celdas que se destinabas a encerrar a las fieras y los combatientes. El acceso al anfiteatro estaba planificado para evitar las aglomeraciones, indicando el sector que debía tomar cada grupo de personas que ya había accedido a él.

El material utilizado para levantar este monumental anfiteatro es la arenisca de la zona de Mahdía, una piedra que se caracteriza por su alta resistencia y ser muy fácil de tallar.

En este anfiteatro se celebraron numerosos espectáculos sanguinarios, en los cuales se enfrentaban fieras y gladiadores, también entraban al espectáculo los condenados a muerte, casi sin armas a enfrentarse con adversarios armados o con fieras. Si los condenados a muerte sobrevivían, luego de tres años se les otorgaba la libertad y una pensión de subsistencia.

En medio del asoleado paisaje, visitar este anfiteatro, con tallados de mujeres y leones en sus pasadizos, resulta ser una experiencia única y conmovedora, por las historias de sangre que allí se han producido.

Foto: Flickr

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.