Túnez ha visto pasar sobre sus territorios varias civilizaciones distintas, que van desde la bereber, púnica, fenicia, romana, bizantina, árabe, española, turca y francesa, por lo tanto, en sus vestigios quedan grabados muchas influencias distintas que son interesantes de ver.
En Cártago, es interesante pasar por los vestigios púnicos de Antonio Baña, las villas romanas y el teatro y el museo arqueológico.
El Parque se extiende desde la colina a la orilla, ofreciendo a los visitantes toda una ruta verde en medio del desierto. También son dignos de visitar el templo de Dugga, la Necrópolis Punica de Utic, el templo romano de Sbeitla, las villas romanas de Bulla Regia, el Coliseo del Djem o el Museo Arqueológico de Sousse.
En el Museo de Bardo, se evoca la historia de Túnez a través de obras de arte y mosaicos que son la colección más grande que han dejado los romanos en el mundo. El Museo de Chemtou ofrece una magnífica colección de mármol amarillo. El Museo Mahdia en cambio, tiene una completa colección de vestigios púnicos junto con la historia de la capital Fatimide.
El arte árabe musulmán se expresa a cada paso en los mismos edificios que no dejan de llamar la atención de los visitantes por su opulencia y ostentosidad. Entre los monumentos notables, están la Gran Mezquita de Ezzitouna, así como la Medina de Túnez, que representa el arte y estilo típico de los árabes.
En Matmata descubrirán las viviendas trogloditas, que son casas talladas en el subsuelo de los valles, es decir casas subterráneas.
Foto: Flickr