euros.jpg

La Comisión Europea anunció este martes un paquete de ayuda económica para Túnez, de 110 millones de euros, a fin que se realice la transición política y se recupere la economía del país. Todo esto se realiza dentro del marco de la primavera árabe.

De todo el dinero que se anuncia, 90 millones de euros deberán respaldar medidas anunciadas por las autoridades tunecinas, para fomentar el empleo y la reinserción laboral, en especial, en las regiones más desfavorecidas del interior y los desempleados diplomados, además de ayudar a promover la transparencia y eficacia en la gestión y administración pública.

Los otros 20 millones ayudarán a impulsar la competitividad y dinamismo económico del país, apoyando también en la modernización de los servicios. Con estos fondos, el sector privado podrá acceder a mercados internacionales y promover un entorno empresarial propicio. La gran pregunta es, si durante los gobiernos anteriores en Túnez, sólo se desarrollo la industria del turismo, ahora venir a anunciar accesos a mercados cuando no existe una industria agrícola o productiva bien desarrollada, es algo irresponsable, ya que una cosa será producir, otra hacerlo de buena forma y otra que cumpla los parámetros exigidos para entrar al comercio internacional.

Dependiendo de la formación y visión de quienes lideren estos proyectos productivos, serán los resultados, pero obviamente nada de esto será de corto plazo. Yo veo que los más favorecidos con las ayudas serán sin duda, los empleados, que podrán volver a vivir con tranquilidad, pero en Túnez se necesita algo más que darle una tranquilidad artificial a la gente, hay que incentivarla a que explote su comercio, sus tierras y ganado. Así no reclamarán más tampoco, contra el turismo, como una industria que les acaparó todos los ingresos que ahora, luego de sus revueltas ven mermados, llevándolos al borde de la ruina.

La manera de exigir una reforma democrática se suele salir de las manos de los manifestantes y del pueblo. Todo requiere de paciencia y pasar por un proceso. Pero la gente no tiene ya paciencia y quiere todo ya. Incluso para articular una sociedad civilizada, los europeos han tenido que inyectar, desde el inicio de las revoluciones, millones de euros. No existe cultura cívica, respeto por los valores fundamentales ni empuje crear sinergias y productividad entre la misma gente. Falta capacidad de gestión, y mucho más para que Túnez se convierta en una sociedad civilizada y productiva, que consiga ser autosuficiente, y ya no tenga que depender más del turismo, que lo han mirado con ojos endemoniados, simplemente porque les hace ver que dependen de extranjeros para sobrevivir, como si fuese algo negativo recibir visitas. Y ahora esos mismos extranjeros les donan millones de euros, que ironía.

Vía/ Cincodias
, Foto/ (Davide) flickr

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.