Según el Secretario de Estado encargado de Turismo en Túnez, los franceses observan a esta nación con admiración, y esta sensación de los franceses, va a ser aprovechada por las autoridades del país para ayudar a recuperar el turismo de Túnez.

Otra razón de peso para intentar atraer a los franceses, es que los franceses ya tenían considerada a Túnez como la primera opción de viaje fuera de Europa.

Las restricciones que hacen ver a Túnez como un destino de alto riesgo han sido al parecer, una herramienta para que ciertos sectores se aprovechen de la situación a fin de bajar los precios. Reactivar el turismo en Túnez dependerá en buena parte también, de la alineación que tengan con los medios comunicacionales.

Según las autoridades de turismo de Túnez, se invertirá en millonarias campañas para revertir la imagen caótica que ha adquirido el país últimamente, pero que irónica e increíblemente, ha favorecido y reafirmado el interés de los viajeros europeos por visitarlo.

Sousse es uno de los destinos favoritos de los turistas franceses y belgas. Una anécdota que podría contarse como tal mientras sucedió la Revolución Popular, fue que cientos de turistas extranjeros decidieron quedarse en el complejo El Kantaoui, solo para seguir de cerca la evolución de la Revolución Popular.

La actitud del pueblo tunecino, que se ha opuesto a la dictadura más dura, ha generado una gran simpatía en otros lados del mundo, y todo esto favorece inevitablemente, el turismo. Lo mismo sucederá en Egipto, y quién sabe si en Cuba, algún día…

Vía/ tunisiaonlinenews, Fotos/ (Travlr) flickr