Túnez ha tomado la decisión de renunciar a la sede de la secretaría de la Unión por el Mediterráneo (UPM) en beneficio de Barcelona, afirma la prensa de la capital tunecina que cita “fuentes dignas de crédito”.

El Ministerio tunecino de Asuntos Exteriores no quiso dar ninguna fuente de información, pero el diario gubernamental “La Presse” comenta en un editorial que “por lo que se refiere a la sede de la secretaría general de la UPM o su responsable, creemos saber de buena fuente que Túnez no tiene ni el mínimo interés por las dos”.

El rotativo agrega que “aun estando comprometido en el proceso de edificación mediterránea, Túnez no desea acoger la secretaría general ni aspira al puesto de secretario general”.

La decisión de la sede del Proceso de Barcelona-UPM será adquirida por los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros, en una reunión prevista para los próximos días 3 y 4 de noviembre en la ciudad francesa de Marsella.

El pasado día 14 de octubre, el secretario de Estado español de Exteriores, Ángel Losada, en una visita a Túnez, tuvo una reunión con el jefe de la diplomacia tunecina, Abdelwahab Abdalá, y con el Primer ministro, Mohamed Ghanuchi, a los que reiteró la candidatura de Barcelona.

En noviembre de 1975, Barcelona albergó la primera conferencia de países euromediterráneos, en la que se dio paso a un ambicioso programa de cooperación entre las dos riberas del Mare Nostrum.

Aunque algunos países de la orilla sur consideran que el proceso abierto en Barcelona no ha respondido correctamente en general admiten que contribuyó a reforzar los lazos de cooperación entre todos los miembros y abrió perspectivas concretas de asistencia en diversos ámbitos en favor de los países del Sur.

La contribución entre los países ribereños tiene, a juicio de la Unión Europea, el objetivo de favorecer la paz y la estabilidad en la región, mediante la instauración de un diálogo político dentro del respecto a los valores comunes, entre ellos la democracia y el Estado de derecho.