Tamerza se encuentra situado en la región occidental de Túnez, muy cerca de la frontera de Argelia. Este es el oasis de montaña más grande que existe en el país, pero aún así, mantiene una escasa cantidad de población.
Las temperaturas de Tamerza son muy típicas a todas las que mantienen las zonas desérticas. Durante el verán, la temperatura promedio se encumbra fácilmente sobre los cuarenta grados, mientras que en el invierno puede bajar a menos de diez. La poca lluvia que ahí se concentra en los meses de invierno.
Tamerza se ha desarrollado en las laderas del cañon, ayudado por el agua que baja de las montañas desde los más puros manantiales. Hubo un año, en 1969, cuando se presentaron 22 días consecutivos de lluvias torrenciales. La mayoría de las estructuras de barro de las aldeas fueron destruidas por aquel entonces, y es por este que la gente huyó del lugar en busca de refugio a unos cuantos kilómetros de distancia.
Tamerza todavía conserva las destartaladas ruinas que fueron testigos de aquella catástrofe, y se ve también, rodeada por palmeras y jardines. Por las cercanías de este increíble oasis, hay una gran montaña de sal. También hay una cascada que es motivo de visita para muchos extranjeros que llegan a este lugar.
La belleza de Tamerza, radica entonces, en su altura, en su abandono y magia que quedo sembrada en sus tierras. Caminar por estos espacios conmueve al corazón más duro que haya sobre la tierra y emociona incluso hasta los que tienen alma de guerrero, cada vez que la luna muestra su resplandor.
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