Es un buen momento para realizar viajes a la Isla de Djerba, muy cerca de El Kantara, se descubrió un cementerio romano que contiene casi 100 tumbas.
Las tumbas se descubrieron mientras gente de la Sociedad Tunecina de Electricidad y Gas, y del Ministerio de Equipamiento y Viviendas, hacían algunos trabajos que no iban orientados a realizar precisamente un descubrimiento de ésta índole.
La gente trabajaba en la reparación de tuberías de gas cuando comenzaron a verse fragmentos de mármol, cerámica, ropa, monedas y hasta huesos humanos. Nadie podía creer que el lugar era un cementerio, hasta que llevaron a unos arqueólogos, que investigaron y corroboraron las sospechas.
El arqueólogo de Túnez, Youssef el Cherif, dijo que las tumbas descubiertas en el lugar, deben estar conectadas con el sitio arqueológico de Meninx.
Tal vez fue un hecho afortunado que esta tumba fuese descubierta por un grupo de trabajadores, a los que se les ocurrió llamar a alguien competente en la materia, porque quizás, si los descubridores hubiesen sido turistas, lo más seguro es que hubiese comenzado una seguidilla de visitas para hacer un desvalijamiento total de la zona.
Las piezas históricas tienen un valor cultural y hasta monetario que puede llegar a ser enorme. Imagínense lo que sería hallar un pequeño baúl repleto de moneditas de oro puro. No me digan que jamás tocarían ese tesoro, porque hasta el más honrado de los ciudadanos, estoy segura se llevarían al menos algo que quede de recuerdo para su casa.
Conservar recuerdos es, después de todo, una parte de la esencia humana que nos compone.