En Chott El Jerid hay un Gran Lago de Sal, que cubre unos 5 mil kilómetros cuadrados. Este es el lago salado más grande de todo el continente africano. Al observarlo con detenimiento, se pueden ver los cerros de sal que brotan a borbotones entre la arena que lo cubre completamente hasta que llega la época de lluvia.

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Por el medio del lago, pasa una carretera que lleva a Tamerza, aunque la vista que ofrece la carretera hacia el lado norte, es de la Cordillera de Atlas, donde nacen los oasis de Chebika y Tamerza. Del resto mejor ni hablar, porque todo lo que hay es una extensión enorme y interminable, que lleva seguramente hacia el infinito más temible, donde hay por cierto, espejismos que pueden engañar a cualquier incauto en busca de agua.

Para la época invernal, cuando llueve en la Cordillera del Atlas, el lago se llena de agua, aunque la gloria de la misma dura poco, solo un par de meses, que es lo que dura el invierno, porque apenas llega el verano, el lago se comienza a secar dejando tras de si esta agua, solo montículos de sal, que se aprovechan muy bien, ya que se llevan a Europa para venderla, en especial en las poblaciones montañosas de los Alpes.

En este yacimiento de sal, hay excavaciones que llegan a la capa freática, y se ven también, pequeñas pozas de agua que está repleta de sal, a la espera de secarse para que se la lleven, de una vez por todas.

Foto: flickr

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